miércoles, 19 de enero de 2011

La verdadera dicha - La Romiguière

¡Cuántos medios hemos recibido para ser felices! Placeres de los sentidos, placeres del espíritu, placeres del corazón, he ahí, si supiéramos usarlos, los bienes que la naturaleza ha derramado con profusión en el camino de la vida.
Y guardense bien de poner en balanza los que vienen del cuerpo y los que nacen del fondo del alma. Rápidos y fugitivos, los placeres de los sentidos no dejan tras sí más que vacío: y todos los hombres llegan, con la edad, a hastiarse de ellos. Los placeres del espíritu tienen un atractivo siempre nuevo: el alma siempre  joven para disfrutarlos, y el tiempo, lejos de debilitarlos, les da cada día mayor vivacidad. Pitágoras ofrece a los dioses una hecatombe para agradecerles un teorema que lleva todavía su nombre. Kepler no cambiaría sus reglas por lacorona de los más grandes monarcas. ¿Hay acaso goces superiores a semejantes goces?
Sí, los hay superiores. Por más grandes que sean los arrobamientos que origine el descubrimiento de la verdad, puede ser que Newton, harto de años y de gloria, Newton, que había hallado la ley de la gravedad y descompuesto la luz, se haya dicho, al arrojar tras sí una mirada, vanitas; mientras el recuerdo de una buena acción basta para hermosear los últimos días de la más extrema vejez, y nos acompaña hasta dentro de la tumba.
¡Cómo se engañan los que colocan la suprema felicidad en las sensaciones; pueden conocer el placer, pero no tienen idea de la dicha!







jueves, 13 de enero de 2011

Desiderata, Iglesia de Saint Paul - Baltimore - 1693

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que paz puede haber en el silencio, vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte. Di tu verdad, tranquila y clarmante; escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante, ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu.
Si te comparan con otros puedes volverte vanidoso y amargo, porque simpre habrá personas más grandes y más pequeñas que tu. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde, es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir, mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo. Sé tu mismo. Especialmente no sientas afectos. Tampoco seas cínico respecto del amor; porque frente a toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba.
Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de la juventud, Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina. Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas; tu tienes derecho a estar aquí. Y te resulte evidente o no, sin duda el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión paz con tu alma. Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos este sigue siendo un mundo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate en ser felíz.